Historia de los Reyes Magos

PRIMERAS NOTICIAS Y LA CABALGATA DE LOS REYES MAGOS
Sirviéndonos de las palabras escritas por el poeta franciscano fray Andrés de Abreu sobre el antiguo puerto de Garachico:
“… al pie de un risco que se levanta por la parte Sur, tan empinado que no parece sino antepecho de esmeralda (Por lo verde) en que descansa el cielo. Es verdaderamente deleitable a la vista, porque todo el año se viste de una agradable primavera, copiosas fuentes, pensiles y montes frondosos, vides…”.
Pues bien, sobre el risco verde que se levantaba por la parte sur de la rada garachiquense, donde manaban copiosas fuentes y debajo de los Acantilados de La Culata, levantaron los vecinosla ermita de Los Santos Reyes, santuario que dominaba la gran bahía que, en otro tiempo, fue el puerto más importante de Tenerife, aunque algunos historiadores y cronistas del pasado y del presente les cueste reconocerlo, pero ahí están, en los archivos, los libros de aduana, almojarifazgo y movimiento de buques de los siglos XVI y XVII, que lo demuestran.

SITUACIÓN DE LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REYES.-
Comparando con la cantidad de datos que hemos encontrado sobre las otras ermitas de Garachico, hemos de reconocer que para ésta, la cosecha obtenida en los diferentes archivos locales y provinciales, que hemos consultado, ha sido magra y exigua.
Enclavada en el barrio de su nombre, mirando a la bahía que en su día estaba plagada de barcos y hoy está cubierta de edificios y lava volcánica, el pequeño templo es en los primeros días de cada mes de enero, lugar de encuentro para pequeños y mayores. Allí acuden, (a la casa de los reyes magos) los padres con sus hijos para pedirle los regalos preferidos; regalos que les han de dejar los tres Reyes Magos la noche del día cinco, cuando una formidable, concurrida, y bien organizada cabalgata, que data desde hace más de medio siglo, parte desde el barrio de Las Cruces llevando a lomos de camellos a Melchor, Gaspar y Baltasar y a sus pajes a caballo, seguidos de una legión de soldados romanos muy bien caracterizados, llegan al portón de le mencionada ermita y desmontando de sus cabalgaduras penetran en ella para adorar al Niño Dios. Desde allí, la comitiva regia recorre las principales calles de la Villa y Puerto, haciendo parada obligatoria en el castillo de San Miguel donde y en medio de una bella y bien lograda parafernalia, siempre guiados por la estrella de Belén, visitan a Herodes. Terminado este acto y abriéndose paso entre una multitud a base de repartir caramelos, se dirigen a la plaza de San Francisco, donde reparten regalos a cientos de niños y adolescentes del municipio y pueblos comarcanos, en medio del aplauso del público y vítores a los que hacen de Reyes Magos, que en su vida cotidiana son vecinos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, con sus apellidos correspondientes.
Al día siguiente, en este mismo eremitorio se celebra, al medio día, la misa y procesión de las imágenes de San Telmo, San José y la Virgen de los Reyes, que se encamina hacia el barrio de San José donde recorre sus calles bellamente engalanadas con arcos de hojas de palmera y lega, andando sobre el piso sembrado de ramas de poleo, laurel y romero, hasta llegar al caserío de Los Lavaderos, desde donde regresa desandando el camino.
Desde el siguiente día y hasta el 16, cada tarde se celebra en esta ermita la novena a la Virgen, con asistencia de numeroso público que acude a agradecer y a pedir a la Señora.
NOTICIAS ANTIGUAS DE LA ERMITA.
Creemos que esta ermita, quizá en sus orígenes un pequeño oratorio, data desde muy antiguo, pues si bien no se menciona explícitamente como tal lugar de oración, desde el año de 1539 se menciona en los protocolos del escribano Antón Martín al barranco de Los Reyes y el 25 de octubre de 1540, y ante el mismo escribano, un cercado que fue de Francisco Pérez, que se dice de Los Reyes. Pero no es hasta mayo de 1576 cuando, Antón Martín (otro Antón Martín, no el escribano) se obliga a darle a Hernando Calderón una determinada cantidad de agua, en un arca construida a la puerta de los gloriosos Reyes.
En el testamento de María Luis Pajarón o Pajarina, mujer de Fabián Viña Negrón , año 1586, ésta lega a Catalina de Gallegos, su sobrina, los solares y casas que tenía en Los Reyes, con cargo y condición que cada año, por el día de Nuestra Señora de los Reyes, le dijese una misa cantada, con sus vísperas, en la ermita de los Reyes de este lugar.
REFERENCIAS MÁS RECIENTES DE ESTE SANTUARIO.
Después de ocurrida la catástrofe del volcán, donde la lava sepultó el cauce del barranco de Los Reyes, cegó sus fuentes, secó sus manantiales y destruyó los molinos y tierras de cultivo que en este barranco existían, salvándose de ello nuestra mencionada ermita, encontramos algunas noticias relacionadas con ella en los libros de visitas de la parroquia de Santa Ana:
“En domingo 19 de noviembre de 1713, el señor visitador visitó la cofradía de Ntra. Sra. de los Reyes. Recibiéronse las cuentas de cinco años a diferentes mayordomos, y no habiendo hallado libro de visitas, se mandó hacer uno por los mayordomos actuales: Marcos Romero, Ángel Rodríguez, Miguel Romero y Juan Rodríguez”.
Y en la misma fecha y por la misma mano hallamos escrito: “Hermita de Ntra. Sra. de los Reyes. Visité la hermita de Ntra. Sra. de los Reyes y del Señor San Pedro Telmo, por estar en dicha hermita todas las alhajas, por haberse quemado la ermita que el Santo tenía, y se halló todo muy decente y aseado”.
En el libro de colecturía de la parroquia de Santa Ana y correspondiente al año de 1726, encontramos: hacen las fiestas el día de los Santos Reyes, con asistencia del beneficiado y clero (doce capellanes concelebraron ese año la misa), en la que hay sermón. En ella se celebra también la fiesta del Señor San Pedro Telmo, con la misma solemnidad y asistencia; que satisface la cofradía del Santo por no tener hermita propia desde el volcán del año pasado de 1706, en que se quemó la que tenía en el barrio de Los Morales, que era de la parte de arriba de las monjas claras de San Diego.
En el libro III de Relaciones, de Santa Ana (a. 1746) se vuelve a mencionar la ermita de Los Reyes y se relaciona con la imagen de San Telmo: “Encontramos en el barrio de los Reyes, con la advocación de Ntra. Sra. de los Reyes, una hermita, es de vecindario, tiene sus mayordomos que hacen la fiesta el día de los Santos Reyes, con asistencia del beneficio y clero, en que hay sermón. En esta hermita se celebra, también, la fiesta del señor San Pedro Telmo, con la misma solemnidad y asistencia, que satisface la cofradía del Santo (Telmo), por no tener hermita propia desde el volcán del pasado año de 1706 en que se quemó la que tenía en el barrio de Los Morales, que era de la parte de arriba de las monjas claras de San Diego. Firmado: Licenciado Galvés.
La tradición oral nos cuenta de regalos y exvotos que los emigrantes les traían de las Américas a la Virgen de los Reyes y de cómo, nada más terminado el último repique de campana tocado a ritmo de tajaraste y acompañado de un tambor, ya los fieles devotos comenzaban a pedir por las puertas de las casas, cada lunes del año, para celebrar los cultos religiosos y actos populares del año siguiente.
Nosotros sólo deseamos: ¡Que continúen y se fomenten las buenas y nobles tradiciones!
JOSÉ VELÁZQUEZ MÉNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE GARACHICO.
PUBLICADO EN LA VOZ DE ICOD DE LOS VINOS