Garachico, Glorioso en su Adversidad

GLORIOSO EN SU ADVERSIDAD

EL APOGEO DE GARACHICO (SIGLOS XVI Y XVII)

Portada del programa de Clausura de la Asamblea anual de FACYDE
Portada del programa de Clausura de la Asamblea anual de FACYDE

– Ajetreos en el puerto. Llegan galeones cargados de manufacturadas desde Europa y luego los mismos salen cargados de azúcar hacia los puertos de Amberes, Londres, Génova y Sevilla. Lujos, riquezas que hará de la Villa y Puerto la entrada esencial de la Isla. Garachico se convierte muy pronto en el primer puerto internacional de Tenerife. Por Garachico entran sedas y terciopelos de Alsacia, Liguria y del Piamonte; Las pinturas de Flandes y los mármoles de Carrara. Los cuatro ingenios de azúcar se convierten en excelentes motores económicos de las tierras de Daute. Atesoran riquezas los Pontes, los Riveroles, Alonso de Lugo, Gonzalo Yanes, Lázaro Fonte y Pedro de Interián.

Tras el descubrimiento de América es el primer puerto tinerfeño que obtiene licencia de la Corona para comerciar directamente con las islas occidentales. Desde Garachico muchos canarios partieron buscando un nuevo amanecer al otro lado del Atlántico.

PESTE BUBÓNICA (1601 – 1606)

                – Se había estrenado un nuevo siglo, un siglo XVII que traería amargas sorpresas a la Villa y Puerto. Garachico seguía brillando con lus propia a pesar del acoso de los puertos rivales, seguí siendo una puerta esencial frente al mar por donde llegaban y salían muchas cosas. Cosas buenas y cosas malas. Y por el mar llegó una epidemia de peste que asoló a la población durante un lustro. Desde 1601 a 1616, años de penurias y de muertes que no respetó a cualquier clase social.

San Roque venció a la peste y sigue siendo un esencial icono para todo garachiquense que se precie. San Roquito el bendito protector contra la epidemia, insigne baluarte para un pueblo que cada mes de agosto, se convierte en lucero luminoso que rompe fronteras y abre siempre senderos de amor y de esperanza.

DILUVIO DE SAN DÁMASO (11 DE DICIEMBRE DE 1645)

                – Aquel diciembre de 1645 había llovido mucho. Las montañas y el Teide estaban vestidas de armiño las laderas de Daute se orlaban de fuertes colores glaucos y los agricultores contemplaban dichosos la feracidad de sus plantíos.

Pero aquel once de diciembre los sosiegos y los ajetreos de Garachico se vieron rotos por un fuerte aluvión, las aguas bajaban por las laderas arrasando 80 viviendas. En tal desastre fallecieron 100 personas y zozobraron 40 bajeles anclados en el puerto. No tuvieron tiempo de hacerse a la mar. Las aguas telúricas fueron en esta ocasión el azote de la villa ocasionando un gran desastre económico. Pero los garachiquenses supieron pronto reponerse y seguir emprendiendo muchas rutas comerciales, creciendo en riqueza y esplendor y siendo el orgullo y la envidia de otras comarcas insulares. Un tenebroso fraile publicó un libreto impregnado de terror y oportunismo, alegando la condenación de la mayoría de los ahogados. Ello le valió la condena por el santo oficio de la inquisición en 1646.

INCENDIO DE SAN JOSÉ (19 DE MARZO DE 1697)

– El otoño reinaba en la villa con el puerto sumido en los continuos ajetreos. Pero de pronto el fuego se convirtió en protagonista de un voraz incendio. Ocho casas de la calle de la Marina quedaron totalmente destruidas. Pero el fuego respetó el histórico convento de los agustinos.

No fue así cinco años después. Otro incendio estalló el 19 de marzo de 1697 día de San José, un incendio que acabo totalmente con el convento, y no solo el convento el voraz incendio arraso, 109 casas más de la histórica y pintoresca villa.

ERUPCIÓN VOLCÁN TREVEJO (7 DE MAYO DE 1706)

                – En plena primavera el 5 de mayo de 1706 estalló el volcán en las alturas. Un torrente de lava bajaba por la ladera dividiéndose en dos brazos de fuego uno de ellos vino a segarse en el histórico puerto, el otro destruye los barrios morales y de San Telmo llegando a arruinar los conventos de los franciscanos y las clarisas. Rompiendo la bella imagen de la iglesia parroquial de Santa Ana. Desolación, ruina y abandono en los trajines portuarios. Acababa una etapa de esplendor, con la furia del volcán se rompieron muchas ilusiones, muchos sueños y Garachico dejó de ser la puerta principal de la isla de Tenerife.

RESURGIR DE GARACHICO

                – Han pasado los años. Con ellos Garachico se han acrisolado múltiples desastres, galernas, aluviones, incendios, epidemias, plagas y el ímpetu de las lavas de un volcán.

Pero sus habitantes han sabido heredar de generación en generación, la fuerza de la lucha y el entusiasmo frente a la adversidad, han sabido conservar rincones emblemáticos que las fuerzas de la naturaleza no pudieron romper.

Sus gentes han sabido como el ave fénix, resurgir de sus cenizas y nos brindan en la actualidad la belleza de una villa, la grandeza de una gente noble y emprendedora, y la esperanza de una mejor fortuna frente al compañero atlántico. En Garachico se rompen fronteras, el pasado se vuelve presente y el futuro se llena de ilusiones que llenan de orgullo a los garachiquenses.

(Texto de D. José Velázquez Méndez (Cronista Oficial de la Villa y Puerto de Garachico) y adaptado por la A.C. Ben Gara, para el programa de Clausura de la Asamblea anual de FACYDE celebrada en Garachico el día 16 de Abril de 2016.)