El Diluvio que Inundo Garachico en 1645

carretera_de_la_costa_y_roque_de_garachico_18931Viniendo desde el mar, la bocana del puerto de Garachico se extendía desde el Risco a San Pedro Mártir Hasta los muros del fuerte-castillo de San Miguel; trescientos metros de anchura daban paso a la ensenada del gran puerto.Quizás, entrando un día a este puerto el franciscano fray Andrés a Abreu, se inspirase para escribir los versos en “Vida del venerable Siervo de Dios fray Juan de Jesús “, obra escrita en el convento de Nuestra Señora de la Merced, de Buenavista del Norte, y en donde nos describe Garachico”….. al pie de un risco que se levanta por la parte del Sur, tan empinado, que no parece sino antepecho de la esmeralda en que descansa el cielo, es verdaderamente deleitable a la vista, porqué todo el año se viste de una agradable primavera, copiosas fuentes, pensiles y montes frondosos vides….”.Dos profundos barrancos desembocan en su puerto: en hondo de San Pedro, que descendía junto a la cueva de su mismo nombre, y el de los Reyes, que llegaba hasta la misma puerta de la Marina, hoy llamada de Tierra. En medio de ellos, la Madre del Agua, con manantiales, nacientes y chupaderos de agua que caían sobre la finca de San Martín y que sus dueños, con canales de tea conducían a la hacienda de Interian, dos kilómetros hacía el poniente, donde movían un ingenio de caña, tres molinos de cereales las feraces huertas de viñedos y frutales.El año de 1645 tocaba a su fin, venia seco; en los primeros días de diciembre empezó a llover, llovía en toda la Isla, pero donde más llovía era en el Norte y sobre todo en las tierras altas del Municipio de Garachico. El once del mismo mes, lunes, al mediodía, festividad de Dámaso, agua, piedras y barro llovieron sobre el lugar de Garachico. Muerte, destrucción y miseria vinieron con estos aplastantesmateriales.Entre los documentos que han llegado a nuestras manos tenemos las Actas del Cabildo de Tenerife que nos cuentan: “…. Por la gente que murió,”Los edificios que se cayeron, las haciendas que se llevaron los barrancos a la mar, fue tan grande la avenida que las piedras que traían los barrancos quebraron más de cuarenta bajeles que estaban en la mar y el mucho entullo dejo cerrado el puerto, que esta sin comercio…..”El Maestre de Campo Don Luís de Interian y Don Cristóbal de Aponte, regidores del Cabildo, hacen saber, al consejo de este, de los grandísimos daños que hubo es este lugar de Garachico y su puerto, donde perecieron más de cien almas, más de ochenta casas destruidas y más de trescientos mil ducados en perdidas de haciendas y, lo peor, el haberse segado el puerto. Y consideraban que siendo el lugar de Garachico de los mejores en las partes de las Islas y que el comercio en el es “ necesarissimo”, tanto que podría correr riesgo de desplomarse de vecindad y que el Cabildo debe ser el mas interesado en remediar este mal porqué en la aduana que allí tiene, le proporciona más de veinte mil ducados al año, para las arcas de las Islas. Es justo dice, se ocupen en remediarlo.En el libro primero de los entierros de la Iglesia parroquial de Garachico, se escribió.” En lunes once de diciembre, al martes siguiente, se enterraron en el hospital: Diego Suárez, mareante y su entenada María Hernández, hija de los Sequeros y otros dos cuerpos que no se conocían. En la misericordia: la mujer de Manuel González, vendedor y un niño suyo y otros tres cuerpos más que no se diferenciaban y algunas piernas y trozos de otros…….”.Continua la inscripción en el libro de Santa Ana dándonos cuenta de los cuerpos que iban encontrando y donde daban sepultura. Merece especial atención el destacar que la mayor cantidad de victimas vivían en el barrio de los Morales, que quedo completamente destruido.Es tradición, recogida por el compilador local Sr. De la Torres Cáceres, que el día de este horrible castigo del cielo, se hallaban en el barrio de los Reyes celebrando una boda y que la novia que estaba bailando, fue arrastrada por las aguas del torrente y encontraron su cuerpo junto a las vueltas del convento de San Francisco, siendo reconocida por la zapatilla de seda que utilizo para la ceremonia y llevaba puesta aquel desgraciado día.
“SUCESOS REVELADOS”
No había terminado de caer la última gota de agua sobre el inundado y semidestruido pueblo de Garachico, cuando un fraile franciscano, Marcos Suárez, desde el pulpito de la Iglesia de su convento predico a la concurrencia:” …. Dijo que deberíamos hacer penitencia, que mi intención ( la del sermón ) no es de agraviar en lo dicho, sino de que se enmienden en la vida, porqué en mis manos tengo algunas relaciones ( noticias ) en orden a que Dios esta aún enojado con este pueblo, y si lo esta, hagamos penitencia y enmienda de nuestras vidas porque de los que se ahogaron en la inundación pasada, que sobrevino a este lugar, que fueron, según dicen ciento y más personas, solo tres fueron al purgatorio, y los demás se condenaron. Una persona hablo con Dios padre y le dijo que quería castigar a este pueblo de Garachico con otros más disparates.La feligresía de San Francisco se alboroto, otros predicadores se hicieron eco del sermón y lo repitieron en Santa Ana, los de Santo Domingo clamaron al Cielo pidiendo castigo para el predicador.Fue denunciado al Santo Oficio de la Inquisición, compareció ante el comisario local ( 3-3-1646 ) y dijo que había pronunciado el sermón en base a una relación ( libro ) que había escrito fray Francisco Luís, de su misma orden y comisario general de los Santos lugares de Jerusalén.Llamado a presencia del comisario del Santo Oficio y tomándole juramento, fray Francisco Luís hablo de una relación del diluvio que hubo en Garachico, que hizo y remitió a su padre provincial, de la inundación, barrancos y muertos que hubo en dicho lugar.Preguntando si se acordaba de lo que contenía la narración dijo:”….. Es la de haber tenido noticia, de hace años a esta parte, debajo del acto de la confesión de esta amenaza y para el dicho lugar por un hombre que esperaba a oír las misas de luz y vio la revelación en forma de globo de fuego que estaba sobre este lugar de Garachico y que Dios le dio a entender que estaba Nuestro Señor muy agraviado contra el dicho lugar y hubiera de concluir con él, a no haber de por medio algunas almas agradables a su divino Jesús”. Y que eso se había comunicado el confesante, tanto de palabra como por escrito.Quince testigos, costa en el proceso, que llamo el comisario del S.O . Don Bartolomé Lorenzo de Guzmán a declarar. Todos ellos conocían la existencia del libro y recordaban parte de su contenido, desde el beneficiado de Buenavista y cura de los Silos, frailes notables y personajes de ilustres apellidos, hasta un pintor afincado en el lugar.Sabían que había venido un día la bola de fuego sobre Garachico porqué una cometa de fuego lo estaba amenazando, y que en el libro estaban escritas otras muchas desgracias.Pero la declaración que mayor número de líneas ocupa en el proceso Inquisitorial que se formo al fraile Francisco Luís y titulado por el tribunal-“ En razón de la revelación de Garachico”- fue la realizada el 15 de Abril del 46, cuatro meses después de la terrible desgracia, por Don Nicoloso de la Cuevas y Vargas, regidor perpetuo de la Isla de Tenerife, donde declara que en las Navidades pasadas, cuando fue a su casa de Daute a ver a sus tíos, fray Francisco Luis le dio un libro escrito por su mano, el libro seria de cuarenta a cincuenta páginas.Recuerda que decía de una persona, de hace doce años, que levantándose por las mañanas a oír las Misas de Luz y que no sabiendo la hora que era por ser del campo y no tener reloj, se levanto de su cama y se fue al convento de frailes franciscanos a oír misa- no dice el lugar en donde estaba el convento- y hallando la puerta cerrada se puso en oración debajo del arco, mientras abrían la puerta, viendo una revelación en donde un castigo acometía a un pueblo, en forma de bola de fuego, y en medio de ella a Dios Padre que le decía “ Garachico, no suspires por Garachico, ruégame por Garachico”.Y entonces tocaron a misa y entrando pidió confesarse, dijo la revelación a su confesor y este le comunico al momento al padre fray Tomás Moreno, de la orden de San Francisco.Qué después de ocurrido el diluvio volvió de nuevo a este hombre a confesarse y el padre fray Francisco Luís le comentó: La revelación de la bola de fuego se ha convertido en un cubo y por poco nos ahoga a todos”.Y para muestra de que esto había de ser cierto – continua Don Nicoloso- el padre dice en su libro que abraso una casa cerca del convento de San Diego y en su mismo convento hubo otro incendio.De nuevo fue llamado a declarar el padre Francisco Luís, ratifico todo lo anteriormente declarado por el y corroboro lo dicho por el testigo, añadiendo que en el libro figuraba una bola de fuego y en medio de ella a Dios Padre y a sus pies un león muy feroz que representaba a su Hijo, con unas palabras:” ….. Ruega por Garachico, porqué de ciento y más personas que murieron en la inundación, todas se condenaron y solo tres entraron en el purgatorio…..”.El 18 de Junio de 1646, las conclusiones fueron elevadas a definitivas y presentadas ante el tribunal, en LasPalmas.No consta en el expediente consultado la sentencia, ni tampoco si fue encarcelado durante el proceso e investigaciones, lo cierto es que si hubiese vivido lo suficiente – no sabemos cuando murió – habría visto arder en Garachico, el 19 de Marzo de 1697, ciento y pico casas; en el 1706, como el volcán hacia correr a la bola de fuego montaña abajo, por donde mismo corrió el aluvión, destruyendo el puerto, sepultando medio pueblo, arruinándolo todo y haciendo que muchos vecinos deshabitaran el lugar.

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